OPINIÓN

CRÍTICA COMIENZA UNA NUEVA ETAPA

En esta etapa, nueva para CRÍTICA, nos afirmamos en que ha llegado la hora de contribuir, junto a otros, a que la educación, en su acepción más amplia, tenga su lugar propio en la dinámica social. Y, esta vez, en un contexto en que urge generar esperanza a una sociedad cansada de escuchar palabras con promesas huecas y en la que las generaciones jóvenes necesitan ser acompañadas en sus búsquedas cuando tratan de transformar sus sueños en realidades que alimenten su autoestima y les alejen de la frustración y de la violencia.

Queremos contribuir también a impulsar un mundo de ciudadanos respetuosos de los derechos, conscientes de los propios deberes, responsables de los que padecen cualquier tipo de esclavitud y de marginalidad. Ciudadanos activos frente a toda forma de crueldad y ante estructuras que alimentan sistemas de injusticia, de violencia y desequilibrio internacional; comprometidos con el cuidado de la creación y del planeta.

Esto nos lleva a seguir afirmando la centralidad de la persona humana y su dignidad trascendente, como CRITICA ha venido haciendo durante más de un siglo. Miramos al ser humano con todas sus potencialidades, como un ser en relación, abierto a los otros y a Dios, enraizado en una cultura y una sociedad concretas. Lo miramos también no exento de vulnerabilidad, fragilidad y contradicción y, al tiempo, con una capacidad proyectiva hecha de iniciativa, trabajo y colaboración, participando de una cultura y una sociedad global en la que las tradiciones religiosas tienen un lugar en la esfera pública y la misión de llenar de sentido el nunca fácil oficio de vivir, a quienes lo busquen en ellas.

Contemplamos la emergencia educativa en todas sus dimensiones, desde la familia a la escuela, los medios de comunicación, las redes sociales, las producciones culturales, los lugares de trabajo y de acción pública. Queremos contribuir a que en todos los lugares de la tierra se den las condiciones para que cada persona humana muestre libremente el propio rostro y la propia creatividad.

Estamos convencidos de que emoción y razón van de la mano; de que razón y fe se requieren y se fecundan mutuamente. Creemos que ciencia y tecnología se acompañan de la ética; que la belleza nos sorprende siempre detrás de cualquier puerta y que la compasión es la virtud pública que nos aleja de la crueldad de las relaciones entre personas y pueblos.

Esto buscamos, esto queremos ofrecer. Para ello, agradecemos desde ahora las sugerencias de mejora que usted, como lector, quiera ofrecernos. Agradecemos también que nos confirme en los atisbos de verdad que vaya descubriendo en nuestra comunicación. Le encarecemos que nos posibilite cualquier indicación que facilite el acercamiento de nuestros contenidos a personas que quieran compartir nuestras búsquedas.

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