ENTREVISTAS

NACIDO BAILANDO

Víctor Ullate Roche bailaba ya con su madre, también bailarina, antes de nacer. Vió la luz primera, esa luz que contiene todos los matices de la paleta de Goya, y otros artistas. Asume la dirección de la escuela Scaena, en el barrio de la Guindalera de Madrid, que creó Carmen Roche, su madre.

La escuela de artes escénicas Scaena está en el mismo lugar en el que el bailarín Antonio comunicaba su arte, y organizaba sus fiestas. En una discreta calle, Coslada, 7, este edificio rezuma arte joven: vemos entrar y salir a niños con sus mochilas, acompañados por sus padres; a adolescentes en pandilla, vivaces y con miradas brillantes, a profesores. Hay ambiente de confianza, familiar, relajante.

La gran intuición de Carmen Roche, cuando este local, en las garras de la especulación, destinado a aparcamiento, marginando su historia -algo que habría levantado a Antonio de su tumba-, fue convertirlo en escuela de artes escénicas. El gran Antonio debe sonreír, al ver por los pasillos, escaleras, aulas, de este espacio escenario de sus fiestas y reuniones de creadores, a futuros artistas.

Danza en los genes. Víctor Ullate Roche habla a CRÍTICA con pasión de este proyecto que, dirigido con mano firme por su madre, recibe como se acoge la llama del relevo. Está convencido de que educar en las distintas ramas del saber escénico ayuda a la gente a progresar humanamente, y es también una contribución a hacer un mundo mejor, más amable, más armonioso, más bello.

Es hijo del pionero de la danza clásica en España, -con una vocación como la que refleja el filme Billy Elliot-, único varón en la escuela de danza de María de Ávila, ya parte de nuestra historia, Víctor Ullate Andrés. Alumno también de Antonio y Maurice Béjart.  Víctor Ullate Roche nació un dos de mayo, fecha madrileña y goyesca; tiene otros dos hermanos danzarines –Josué y Patrick–, uno en la Compañía Víctor Ullate y otro director y monitor del gimnasio de la escuela de danza Víctor Ullate. Esta vez sí es verdad que el arte se lleva en la sangre, por partida doble, o mejor en los genes.

El arte mejora el mundo. Ullate tuvo una cuidada educación artística. No basta con tener madera, hay que cultivarse. Estudió con los mejores maestros. Titulado en Danza clásica por el Conservatorio de Danza de Madrid; diploma en la escuela Rudra de Teatro, Danza y Canto de Maurice Béjart, en Lausanne, Suiza; cine con Mariano Barroso e interpretación con Juan Carlos Coraza y John Strassberg. Su carrera profesional se inicia en 1993 de la mano de Béjart, con Arthur the Faust y Concierto en Re, como protagonista en una gira por Europa. Ha trabajado con la Lindsay Kemp Company, La Cenicienta. Ahora está ilusionado y volcado en la vida de la escuela. El ambiente es casi familiar. En todos los espacios se ve vida, arte, comunicación…

Si no lo sabes, pasas de largo por este joyero de arte de la calle Coslada, escondido entre edificios anodinos. Nada más entrar, restalla en blanco y negro un mural del gran Antonio, en un gesto flamenco, un saludo para que no olvidemos que estos cimientos están hechos de arte puro, y en su caso, español por los cuatro costados. Recuerdo que cierta noche, en el Corral de la Morería –otro templo de arte–, Antonio, que aparecía por allí sin avisar, cuando le picaba el gusanillo del baile, ya mayor y retirado, me dijo, cuando supo que yo quería entender el flamenco: “No lo entenderás nunca”. Quería decir que hay algo que se llama duende, caprichoso, que no siempre aparece en una actuación pero cuando lo hace, el artista toca lo sublime. Hay algo de magia en este arte. Un abandono a las fuerzas que hacen girar las estrellas y moverse el universo.

En esta sociedad chata que vivimos, por lo que respecta al arte, Víctor Ullate dice que “la política no le da la importancia que debería a las artes y a la cultura”. No vamos a entrar en el desastre  dejado por un ministro miope, y esperemos que quien está en funciones, o quien venga, haga justicia a estos maestros de la belleza. Decía el gran cantor argentino Facundo Cabral: ¡Ay de un pueblo sin cantores!, es decir sin creación, sin música, sin arte generoso. Hoy se mira la productividad y se enseña a los niños a ser tenderos y cocineros. Y tal como afirma Francisco, hemos llegado a la “cultura del descarte”. Lo que no es útil, no sirve, se tira, o se queda al margen, aunque sea hermoso. Todo lo más tiene la valoración de un jarrón chino, un lujo.

Déficit educativo en arte. “Las artes deberían estar integradas en el sistema educativo. Son muchos los beneficios que se adquieren con el estudio de las artes: disciplina, coordinación, creatividad, seguridad en uno mismo, oído musical, control del espacio, flexibilidad, equilibrio, trabajo en equipo, musicalidad…”, afirma Ullate. “La danza es una liberación, un desahogo del alma, una necesidad del ser humano de desatar sus emociones”.

No hay más que visitar Atapuerca para ver cómo nuestros ancestros creaban instrumentos musicales con una piedra y una cuerda y, por supuesto, danzaban. Es una necesidad humana, tan antigua como nuestros orígenes.

Carmen Roche, alma del centro, ha transmitido a su hijo el amor por el arte: “Me ha enseñado a amar esta profesión. Me inyectó desde muy pequeño la pasión por las artes. Recuerdo cuando de pequeño me contaba los cuentos, con la magia que lo hacía y cómo lo vivía. Luego, me enseñó a bailar y recuerdo su forma de enseñar… Lo grabó a fuego en mí. Como ella no ha habido nadie. Te enseñaba a sentir a través de la danza. Como persona, me enseñó a respetar al prójimo; como maestro, a ayudar y proponer, y nunca a imponer”.

Orgullo de madre. Ahora, en esta nueva etapa de Scaena, Víctor desea que su madre “se sintiera orgullosa de ver que su escuela sigue con el mismo empuje y la misma ilusión que el primer día”. Quiere avanzar, mejorar, y para ello sueña con ofrecer a los alumnos una plataforma profesional para que quienes se gradúen en Scaena tenga una oportunidad de completar el ciclo. De hecho, Scaena es semillero del mundo artístico de Madrid. Sus alumnos se presentan a castings, y trabajan al mismo tiempo que siguen aprendiendo. Carmen Roche tiene tres hijos y los tres dedicados a crear belleza. No hay mejor logro para una madre.

Oferta educativa. Scaena es el único Conservatorio Profesional de Danza privado de Madrid. El programa Kids ofrece Teatro Musical Infantil y Juvenil –6 a 17 años–. Es también Centro Superior de Arte Dramático desde 2011, y ofrece el grado superior de Arte Dramático –modalidad de teatro musical–, reconocido por el Ministerio de Educación. El Curso Preparatorio para acceso al Grado Superior,  los Cursos de Verano completan la oferta: Campamento Urbano Infantil Teatro Musical; Stage Danza Moderna; Workshop Teatro Musical; Taller Danza Española; Stage Danza Clásica; Interpretación ante la Cámara; Stage Danza Contemporánea, Taller de Verso.

Una escuela asequible para una familia de clase media, con precios ajustados. Ya se sabe que la cultura no tiene precio y el arte menos. La enseñanza tiene un plus de gratuidad y disfrute que se nota en los verdaderamente vocacionados. Y Víctor Ullate lo es desde la cuna.

Por NIEVES SAN MARTÍN

Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Más Información

The cookie settings on this website are set to "allow cookies" to give you the best browsing experience possible. If you continue to use this website without changing your cookie settings or you click "Accept" below then you are consenting to this.

Close