ACTUALIDAD ARTÍCULOS

“LA PAZ SE CONSTRUYE CON ALTERNATIVAS SERIAS. LA PAZ SE HACE, NO SE PREGONA”

Redacción: Como Embajador de España en Colombia y Director General de Iberoámerica, ¿ha participado  usted en distintos procesos de Paz?

Yago Pico de Coaña: El haber  sido Guatemala mi primer destino profesional, influyó mucho en mi carrera que se orientaría definitivamente a la América de Rubén Darío. A nuestra América. En ese precioso país, que como diría Benavente no estaba entonces precisamente gobernado por su clima de eterna primavera, comprendí la importancia que tenía   trabajar por  los derechos humanos y libertades fundamentales sin distinción, de raza, sexo, nivel social o religión. Para ello se conformó en su momento un pequeño grupo de excelentes diplomáticos en la Dirección General de Iberoamérica que, con el apoyo del  entonces Ministro de Asuntos Exteriores, Fernández Ordóñez, trabajó sin descanso desde 1980 para tratar de encontrar solución a los conflictos larvados entre gobiernos y guerrillas que duraban más de 30-40 años y que tenían su máxima expresión en,  el caso centroamericano, en El Salvador y Guatemala. Los procesos culminarían con éxito y se firmarían los Acuerdos de Paz  en Chapultepec el 16 de enero de 1992 (El Salvador) y de Esquipulas, el 29 de diciembre de 1996 (Guatemala).

Mi destino en Colombia años después (1996-2002) me daría la oportunidad como representante del gobierno español, de participar ampliamente en las negociaciones con Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) fundamentalmente durante la presidencia de Pastrana.  Un grave error de Marulanda (Tiro fijo, entonces jefe máximo de las FARC-EP)  impidió que se alcanzara una tregua que habría abierto el camino a un acuerdo definitivo.

R.: ¿Le frustró no finalizar con éxito su trabajo como  mediador?

Y.P.C.: Personalmente prefiero la palabra facilitador ya que considero que los países son suficientemente mayorcitos para mediarse solos. Después de tantos esfuerzos, tantos viajes en helicóptero y mulas, me entristeció, pero no me frustró. Mire, en los casos centroamericanos tuvimos múltiples fracasos. Hay fracasos buenos y malos. Considero que el de Colombia fue un buen fracaso y que con gran inteligencia el Jefe-Negociador colombiano Humberto de la Calle (con el que trabajé en muchas ocasiones), sintetizó con habilidad los puntos de la agenda, que eran demasiados, aprovechando lo que ya se había acordado en parte y desatascando las principales dificultades. Gran labor de ambas partes.

Hoy, tras cuatro años de intensas negociaciones en La Habana (desafortunadamente sin presencia española), el próximo 2 de octubre se celebrará un plebiscito para decidir si los colombianos aprueban el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera firmado por el Presidente Santos y el líder de las FARC-EP, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timoleón Jiménez o Timochenko. Deseo fervientemente que los colombianos tengan la cordura de votar, por la Paz.

R.: ¿Por qué se generan conflictos de esa intensidad y duración?

Y.P.C.: Las guerrillas no surgen en  el caso de Centroamérica por arte de magia, ni porque a alguien le divierta irse a la montaña a pegar tiros. No. La montaña es muy desabrida y compleja. El desarraigo permanente. La pérdida de los vínculos familiares extrema, acaso mitigada por el ideal revolucionario cuando es real y no de salón. La vida muy dura y el final incierto. En Guatemala y El Salvador no existía en la década de los 70-80   respeto por el derecho a la vida, se conculcaban las libertades fundamentales a través de fraudes electorales clamorosos (las elecciones eran generales porque siempre las ganaba un General) y las desigualdades en el reparto de rentas eran manifiestas.   

Existe un momento en que si nada se consigue a través de los medios legales, y se consideran agotadas todas las posibilidades políticas o de dialogo, se decide optar por la vía armada para tratar de llevar a la otra parte a la mesa de negociación y obligarle a reconocer lo que se piensa que son los legítimos derechos del individuo. Surge así la guerrilla, que se transforma en guerra generalizada primero y recibe después el nombre de popular prolongada, si no finaliza con el triunfo revolucionario a corto o medio plazo.  La consecuencia fue que reapareció, con fuerza similar a la Cuba del 59, la leyenda del guerrillero bueno que lucha contra la opresión. Su fama llegó a extenderse por cancillerías y pueblos europeos que mostraron muchas veces sus simpatías.

Colombia  es un país que a pesar de defectos evidentes  caciquismos y manipulaciones en determinadas zonas, existen elecciones periódicas correctamente celebradas con la destacada neutralidad del ejército. Es verdad también que se han dado serias violaciones de los derechos humanos (el caso de La Unión Patriótica es paradigmático) pero no es menos cierto que casi todos los gobiernos colombianos han buscado alcanzar  un acuerdo de paz. Las guerrillas sin embargo han sido más reticentes y han evolucionado mucho tiempo en sentido inverso a las guerrillas centroamericanas. Los secuestros, los asesinatos injustificables de secuestrados, los atentados contra la población civil, los boleteos, las pescas milagrosas y las drogas les colocaron en la penosa situación de ser considerados por la Unión Europea  como organizaciones fuera de la ley  y enemigas del pueblo al que pretenden defender. Las guerrillas colombianas violaron repetidamente los derechos humanos y crearon un clima de inseguridad permanente que se cobró muchas vidas humanas. Fueron muy diferentes en sentido negativo a las centroamericanas y la opinión pública internacional las abandonó. Ahora ha pedido perdón en el marco de los acuerdos.

R.: ¿Unión Patriótica?

Y.P.C.: Fue la agrupación que conformaron las FARC-EP durante el mandato del presidente Betancur (1986) con la finalidad de constituirse en partido político. Cuatro mil fueron asesinados en dos años nefastos  por paramilitares, narcotraficantes y algunos desaprensivos miembros del ejército. Candidatos presidenciales, congresistas, diputados, sindicalistas… entre otros muchos miembros, fueron eliminados. Comprenderá usted ahora las reticencias de las FARC. Hoy el Presidente Santos en gesto que le honra ha reconocido la masacre pedido disculpas y garantizado en los acuerdos la seguridad necesaria para que la guerrilla pueda participar en política y cambiar las botas por los votos. 

R.: ¿Cuáles fueron los criterios que se siguieron para encontrar soluciones?

Y.P.C.: En líneas generales los podríamos resumir en los siguientes

La paz es hija de la justicia, y por lo tanto exige reformas sociales para quitar banderas a las reivindicaciones reales o demagógicas de las partes en conflicto.

  Fomentar una voluntad real de paz de las partes en conflicto. Voluntad en el sentido más real y concreto de la palabra y no abstracto. Voluntad de sentarse y no levantarse hasta tomar decisiones o presentar alternativas.

  Con las negociaciones y/o los diálogos no se juega. Se tiene voluntad política de alcanzar acuerdos o no se tiene. Ya habrá parte de las partes que  no quieran la paz y harán todo lo posible por entorpecerla o impedirla                 

– Buscar un interlocutor válido y si es posible único o escalonadamente único, con auténtica capacidad de decisión lo que significa capacidad ejecutiva para ejecutar acuerdos aunque sean parciales. Consciente de ello el Presidente colombiano Santos está buscando un acuerdo paralelo con el ELN.  Si no se hace la paz con todas  organizaciones guerrilleras siempre quedará un grano, una herida sin cerrar. 

– Carencia de protagonismo. Mientras el proceso está en curso, la consecución de la paz no es ni para alcanzar una alcaldía, una gobernación, un  puesto en el Senado,  en la Cámara de representantes o el Congreso. No es  para salir en TV u obtener un titular en el periódico o exhibirse en los cafés o dar conferencias y entrevistas. La paz se construye con alternativas serias. En suma, la paz se hace, no se pregona.

– Enorme discreción.  Ningún tipo de negociación o diálogo puede iniciarse en una plaza de toros. La discreción y la reserva son fundamentales hasta tanto en cuanto no se han conseguido compactar de una forma sensata a los que van a participar en los futuros diálogos. Ello   quiere decir prudencia no  falta de transparencia.

  Una gran tolerancia, un gran respeto por el otro. El tolerante cree en el diálogo y en el entendimiento. Considera que dialogar no es símbolo de debilidad y que conceder no es símbolo de entrega. La tolerancia respeta los planes de vida que los demás hayan adoptado siempre que no violen el derecho del otro. “El respeto al derecho ajeno es la paz” (Benito Juárez).La tolerancia nace del conocimiento; la intolerancia de la ignorancia. Tolerar no es fácil. Donde hay una diferencia sentimos amenaza. Donde hay  amenaza, hay agresión. Tolerar se fundamenta en la justa y equitativa distribución de la renta, en la justicia. 

  La paz es hija de una política de Estado  y no de gobierno. Lo importante es que se haga no quién lo haga

  Generar una conciencia de que la victoria militar es imposible y ni siquiera deseable por sus negativas consecuencias entre la población civil y el desmesurado odio que ocasiona entre diferentes generaciones. Las soluciones que proponen el aniquilamiento, del adversario, no son soluciones. Hay que buscar su transformación.

– Una exigencia de gran seriedad de los terceros. Ello supone no herir hipersensibilidades, no dar lecciones, mantener la confidencialidad cuando sea necesario y precisión absoluta en la transmisión del mensaje que es generalmente oral. Paciencia y carencia de prisas.

  Un camino: conseguir un sentimiento compactado entre los negociadores para que se convenzan que tienen un enemigo común: los que no quieren la paz y que se encuentran tanto en la montaña como en el llano. Cuando eso sucede se genera un clima de amistosa complicidad que facilita enormemente el proceso.

– Huir de los vividores de la paz., a los que la fuerza se les va por la boca en reuniones de salón presuntamente progresistas a las que asisten teóricos de la paz,  que nunca han estado en la montaña, ni participado en conversaciones, ni arriesgado un ápice de sus puestos o popularidad a favor de los más necesitados que son los que reclaman desesperadamente esa paz. 

– Finalmente prever la ruta a seguir para que la propia paz no nos estalle en las manos. Ello supone reinserción, financiación, empleos, tierras, educación… en fin cumplir lo acordado y financiarlo.

R.: ¿La Iglesia?

Y.P.C.: La Iglesia jugó un papel muy tan importante  como insuficientemente reconocido, tanto en El  Salvador como en  Guatemala. Conviene recordar por ejemplo que entre 1971 y 1983 fueron asesinados más de 40 sacerdotes religiosos y religiosas e innumerables catequistas, entre ellos  muchos españoles. Es por tanto imperativo rescatar ,entre otras muchas,  las  figuras de los Monseñores Romero y Gerardi, Ignacio Ellacuría y los jesuitas de la UCA y sus colaboradoras o los Misioneros del Sagrado Corazón vilmente asesinados y que se convirtieron en mártires de la paz. En Colombia, la Conferencia Episcopal ha apoyado también plenamente el proceso de paz y muchos sacerdotes y religiosos han sido transmisores de mensajes de tolerancia y  conciliación.

R.: Razones para votar que sí en el plebiscito. Existe parte de la población que cree que va generar impunidad y no ve bien que las FARC-EP participen en política.

Y.P.C.: La primera que los negociadores han cumplido sobradamente con los requisitos apuntados y conseguido el mejor de los acuerdos posibles. “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”.  Tras cuatro años de arduas negociaciones en La Habana se han acordado temas tan importantes como:  desarrollo agrario; fortalecimiento de las garantías para la oposición política; reformas sustanciales en la política sobre drogas y la sustitución de cultivos de coca; una comisión para la verdad; una justicia transicional, especial   jurisdicción para los casos más graves de violaciones de derechos humanos cometidos durante el conflicto; la reincorporación de las FARC-EP  a la vida civil y escaños  en el Congreso, entre otras medidas. Una misión especial de la ONU ya está desplegada para monitorear y verificar la dejación de armas, el alto al fuego bilateral y el cese de las hostilidades.

La segunda que goza del pleno apoyo internacional:   Naciones Unidas, Unión Europea,  Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo,  Corte Penal Internacional, Estados Unido Japón, Australia, Rusia, España… la totalidad de los gobiernos latinoamericanos,  la OEA, la CEPAL,   UNASUR,  el papa Francisco, la Conferencia Episcopal de Colombia,   en fin para qué seguir.

La tercera porque es sin duda   lo mejor para Colombia. Un colombiano contrario a los acuerdos insistía en que las FARC no eran de fiar y había que derrotarlos  militarmente y aniquilarlos. Cuando se le añadió que magnífico porque así sus dos hijos podían ir a la guerra a acabar con la guerrilla se retractó inmediatamente y apoyó los acuerdos.

R.: ¿Quiere añadir algo más?

Y.P.C.: Un ruego al expresidente Uribe al que conocí compartiendo dificultades y buscando soluciones como Gobernador de éxito en  Antioquia, Candidato y Presidente. Fue usted un buen Presidente. No sea ahora un mal expresidente . Dele una oportunidad a la paz. Colombia se lo merece.

Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Más Información

The cookie settings on this website are set to "allow cookies" to give you the best browsing experience possible. If you continue to use this website without changing your cookie settings or you click "Accept" below then you are consenting to this.

Close