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LA OPORTUNIDAD DEL TURISMO RURAL Y SUS IMPLICACIONES

El turismo es la actividad del sector servicios que más ha crecido en España en el último medio siglo. Hasta ese momento el turismo lo practicaban la clase alta y media-alta pero a partir de las décadas de 1950 y 60 empezó a masificarse.

Contribuyó primero el plan de estabilización de 19591 y a la posterior gestión que del Ministerio de Información y Turismo realizó Fraga Iribarne durante su mandato (1962-69) con la difusión internacional del legendario Spain is different. Un conjunto de acontecimientos aparecen como la causa de que el fenómeno turístico se extendiera a la clase media y media-baja. Señalamos:

• La implantación de la semana laboral de cinco días y las vacaciones periódicas y retribuidas (2).

• La universalización de las pensiones de jubilación (3).

• La disposición de más tiempo libre por la limitación de la jornada de trabajo a ocho horas.

• El acceso de 800.000 familias al automóvil particular (precisamente este año se conmemora el 60º aniversario del Seat 600) (4).

• Y la mejora de los transportes (5) en cualquier modalidad (terrestre, marítima y aérea).

Este proceso se ha acelerado en el siglo XXI al cambiar las pautas de consumo con el estímulo de los medios de comunicación, la publicidad online, las redes sociales y el apoyo de las administraciones públicas mediante programas locales como Leader y Proder (6). Por todo ello, el turismo tiene importancia capital para la economía española. Por una parte representa la creación y expansión de empresas que, a su vez, proporcionan numerosos puestos de trabajo (el 13% del empleo) y, por otra, es una importante fuente de ingresos ya que los turistas gastan el dinero en los lugares de destino (el 11,1% del PIB) (7). En el año 2016 el turismo rural generó un total de 270.494 puestos de trabajo, una media mensual de 22.541, aproximadamente 1,5 por establecimiento.

¿Qué significa hacer turismo? 

Desde la perspectiva sociológica de la geografía humana turismo se define como “visitar lugares diferentes fuera de nuestro ámbito de residencia habitual”. En segundo lugar hay que distinguir (con los criterios de la OMT) al turista del excursionista: el primero visita un país y en su viaje incluye al menos una pernoctación y, por el contrario, el segundo es aquella persona que visita un destino pero no pernocta en él.

Se pueden distinguir entonces multitud de variantes turísticas según las características del desplazamiento, la distancia del desplazamiento, y el fin perseguido:

• Si se cruzan las fronteras del propio país se trata de turismo internacional o exterior y si, por el contrario, no se atraviesa la aduana el viaje turístico sería nacional o interior.

• Según la distancia hay varios tipos: de fin se semana (hasta 200 km, realizado en tren o en automóvil), cercano (entre 200 y 2.000 km, realizado en automóvil tren o avión) y lejano (a partir de 2.000 km, realizado sobre todo en avión y barco).

Según los objetivos se clasifica en:

• Natural. Su principal objetivo es conocer zonas donde la naturaleza está muy presente o es especialmente agradable, bonita o única. A menudo las zonas protegidas (8 parques nacionales y 34 parques naturales en España) son destinos turísticos preferentes, si bien el acceso masivo puede deteriorar e incluso poner en peligro su singularidad. El ecoturismo busca el contacto directo con la naturaleza intentando mantener una relación respetuosa y sostenible con ella.

• Urbano. Las ciudades acostumbran a ser uno de los destinos turísticos preferidos ya que contienen muchos y variados atractivos (de tipo monumental, histórico, cultural, etc.) a la vez que concentran equipamientos, servicios e infraestructuras necesarias para la actividad turística (hoteles, restaurantes, transportes…)

• Cultural. Es el que, para promover la atracción de turistas, utiliza como recursos la historia y el arte (museos, ruinas arqueológicas, arquitectura y urbanismo…) así como elementos inmateriales (folclore, gastronomía, música, costumbres…)

• Rural. Se desarrolla en el campo y en el marco de pueblos o casas aisladas y pretende evocar las costumbres y los hábitats rurales. Hay varias modalidades: el agroturismo (alojamiento en casas de agricultores y ganaderos), el turismo verde (senderismo, rutas en bicicleta…) y el ambiental (interés por el entorno ecológico).

Las casas rurales

A pesar de la enorme variedad de la oferta existente en el subtipo denominado turismo rural (hotelería rural, campamentos vacacionales del medio rural, apartamentos turísticos, albergues, campings, etc.) nuestro análisis se va centrar en la modalidad más típicamente reconocida y aceptada como turismo rural, es decir, las casas rurales.

El crecimiento de la oferta de alojamientos rurales es espectacular desde hace casi 25 años. Desde el año 1994 la oferta nacional existente hasta ahora se ha multiplicado por 15,6 (Ver cuadro).

Los últimos datos sitúan el número de establecimientos (9) en 16.798, especialmente en Andalucía y en Extremadura, donde desde el año 2001 se han multiplicado las plazas por 7,3 y 5,4 respectivamente. Sin embargo es en Castilla y León donde existe mayor número de establecimientos rurales (3.468) frente a La Rioja, comunidad donde la cantidad ha sido siempre la menor (en la actualidad cuenta con 125).  (Ver cuadro).

No menos sobresaliente es el incremento de plazas que ha seguido un ritmo superior al de alojamientos: las 35.801 plazas existentes en enero de 2001 se han convertido en 161.304 en mayo de 2017, es decir, se han multiplicado por 4,5 en 15 años. (Ver cuadro).

Este incremento ha venido provocado no solo por el auge general del turismo sino también por el aterrizaje en el medio rural de intereses inmobiliarios de baja intensidad, así como por el intento de rentabilizar pequeñas inversiones o patrimonio de inmuebles familiares en muchas localidades de menos de 10.000 habitantes.

Respecto de la oferta, en la distribución de plazas y alojamientos existen notables diferencias por comunidad (como se advierte en la tabla anterior) aunque no siempre relacionadas con la dimensión del territorio rural de las mismas. En función de la demanda, durante el año 2016 (10) se produjeron 9.577.058 pernoctaciones realizadas por un total de 3.948.124 viajeros, lo que sitúa la estancia media en 2,74 días, dato muy alejado de la estancia media de la hotelería (la duración media de los viajes de los turistas internacionales es de 7,4 días) y en retroceso respecto de hace doce años (en el año 2005 hubo 6.314.444 pernoctaciones realizadas por 1.985.042 viajeros siendo la estancia media de 3,19 días) no tanto en el número de viajeros y pernoctaciones, que han aumentado considerablemente, sino en la estancia media, que ha disminuido casi medio día (ver cuadro).

 

Las CCAA donde la estancia media es mayor son Baleares, Cabrias y Asturias; la menor se da en Madrid, por tratarse fundamentalmente de un turismo de fin de semana (de sábado a domingo). Sorprende que Castilla y León, primera en número de alojamientos y plazas, se sitúe ligeramente por debajo de la media.

En todo caso, la comparativa de crecimiento oferta/ demanda es desfavorable de manera global para esta última, lo que sin duda genera un importante conflicto desde el punto de vista de la rentabilidad de las empresas y explotaciones del subsector del turismo rural. El porqué de esta situación hay que buscarlo en tres causas fundamentales:

• El incremento excesivo de la oferta, que no termina de ajustarse al movimiento del mercado, probablemente porque el incentivo público juega un papel distorsionador de la realidad.

Según el país de procedencia del viajero las diferencias son significativas: la cantidad de españoles es muy superior en 2016 a la de extranjeros tanto en número de personas como de pernoctaciones aumentando en todos los ámbitos respecto del 2015 excepto en la estancia media que aun siendo un día más en los extranjeros (3,88) que en los residentes españoles también ha caído en el último año -en 2015 era de 4,02 días- (ver cuadro).

La ocupación por plazas en mayo de 2017 alcanzó la cifra de 14,7%, datos similares a los de 2007, lo que indica cierta estabilidad en la ocupación a pesar de que la oferta sea mayor que la demanda (ver cuadro).

 

Por último, solo cabe reseñar que el ritmo del turismo rural en España se caracteriza por su estacionalidad, centrado en Agosto, Semana Santa y puentes; el peso de los meses estivales –que condiciona pero no determina- dota de un claro sesgo al segundo trimestre del año sobre el primero, especialmente respecto de las pernoctaciones.

 

BIBLIOGRAFIA

1. El Plan fue elaborado por Sardá y Fuentes Quintana y aprobado en 1959.

2. Reflejadas ambas medidas en el art. 40.2 de la Constitución Española de 1978 y desarrolladas en la Ley del Estatuto de los Trabajadores de 1980  (artículos 12, 23 y 34-38), cuya última modificación de 2015 no altera.

3. La Seguridad Social (entidad pública que gestiona y paga las pensiones públicas de jubilación en España) nació en 1900 cuando se creó el primer seguro social a través de la Ley de Accidentes de Trabajo.

4. SEAT fabricó y comercializó en España el modelo 600 durante los años 1957 a 1973; se vendieron 799.419 unidades: http://www.museoseat.com/biblioteca/articulos%20varios%20de%20seat/Historia%20del%20Seat%20600.pdf

5. Sirva de ejemplo que España cuenta con 2.777 km en servicio de AVE (diciembre de 2015 según la Unión Internacional del Ferrocarril), es decir, se trata de la red europea de alta velocidad más extensa y la segunda mundial, sólo por detrás de China, que cuenta con 11.000 km.

6. Además de los programas locales el Plan Nacional e Integral de Turismo considera que el primer eje de la fuerza de la Marca España es el turismo. http://www.minetad.gob.es/turismo/es-ES/PNIT/Eje1/Paginas/Fuerza-marca-Espana.aspx

7. Datos de 2015, www.exceltur.org

8. Serie de junio de 1994 a mayo de 2017, último dato disponible, INE

9. Mayo, 2017, último dato disponible, INE

10. Último año completo disponible, INE

11. El Faro de Vigo, 12 de mayo de 2012

12. Ponencia de estudio para la adopción de medidas en relación con la despoblación rural en España, constituida en el seno de la Comisión de Entidades Locales del Senado (BOCG Senado, 17 de abril de 2015,

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