En este mes de marzo en el que las noticias sobre el progreso del COVID- 19 en España nos inundan como viento gélido en día de invierno, un nombre salta a las rotativas y medios de comunicación, Valentina Cepeda. Conocemos su nombre y su oficio, limpiadora en el Congreso de los Diputados, y es esta mujer quien sube las gradas repetidamente tras la intervención de cada diputado. Hace sencillamente su trabajo en un pleno inusual por las circunstancias y por la reducida presencia de diputados ante las excepcionales medidas que el estado de alerta supone. Una mujer de la que solo conocemos su rostro y la responsabilidad con que ejecuta su trabajo una y otra vez para evitar la extensión del contagio del virus al que estamos expuestos.