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MUJERES QUE DEJAN HUELLA

ALGO de madera de héroe

Si te fijas las encuentras aunque no todo el mundo las ve.  Mujeres que pisan fuerte  y van dejando huella por las aceras del barrio. Invisibles a los ojos de muchos, como diría el Principito, pero alguien de fina mirada las ha visto. Mujeres en pie de paz, con manos luchadoras, manteniendo el tipo, resistiendo envites, con gestos sencillamente grandes capaces de empezar a cambiar las cosas. La iniciativa de rendir homenaje a estas mujeres, que dejan huella por su compromiso con el barrio, cumple ahora su cuarta edición.  

En este caso las homenajeadas son Amparo, Ana Cano, Andrea, Clara, Ángela, Mari Carmen, Cristina, Jeimy, Marce, Juliana y Naziha. Personas que han sabido “hacer barrio” y por eso forman parte de su historia.  A lo largo del acto, cada una de las protagonistas fue expresando en alto circunstancias de su propia biografía, directamente o a través de una relatora, con palabras que causaron un fuerte impacto en el público presente. 

Ciertamente el hecho de nacer mujer, vivir en las periferias de grandes ciudades, y contar con precarias posibilidades económicas, lleva implícito un tanto por ciento de “madera de héroe”.  

Amparo: “Hay un ratón que no se escapa’’

Hija de ferroviario criada en un ambiente rural, no fue a la escuela por vivir en el campo. A los 70, cuando pudo ir a clases para adultos, sacó el graduado escolar y empezó a relacionarse con personas del entorno. Le cogió el gusto a la literatura y participó en talleres literarios, de informática, de memoria…   

Se convirtió en voluntaria maestra para enseñar informática y así descubrió su verdadera vocación: ayudar a los demás transmitiendo los conocimientos adquiridos. “Ayudaba a mis compañeros a perder el miedo a la informática, y les decía: ‘tranquilos, que aquí hay un ratón que no se escapa’’’. Con 92 años lo sigue haciendo. Mi lema es “el saber no ocupa lugar, y me considero una mujer de ayer y hoy”.  ¡Y que lo digas, Amparo!

Ana: “Nunca sabes lo fuerte que eres”

Tiene 54 años y nos repite su lema con mucho convencimiento: “Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que te queda”. Nació en San Cristóbal, en un entorno pobre de recursos económicos, educativos, sanitarios pero rico de solidaridad. Quiso hacer del barrio una familia grande, mejor, una gran familia. “Aprendimos que la ayuda era algo necesario para crecer y sobrevivir, allí no era algo extraordinario, era lo habitual”. Ana dio clases enseñando a los mayores de 65 años a leer. Participó también en un proyecto de Oncología pediátrica con niños en el Hospital 12 de Octubre intentando proporcionarles una vida más cálida y amable.

Desde Cáritas, vivió siempre aportando ayuda a quienes tenían menos recursos todavía: “Esto no es algo significativo, expresa en el acto. Es simplemente lo que un barrio obrero me enseñó desde la infancia: justo es devolverle el esfuerzo y trabajar en los valores que me ha enseñado”.

Andrea y Clara: “Diferentes y con un misma inquietud: la ayuda y la compasión”

Son dos defensoras de la educación pública de calidad y para todos. Desde el AMPA hasta la Mesa de Educación.  “La mayoría de nosotros no destacamos en la vida por cosas extraordinarias. No desarrollamos vacunas, ni viajamos al espacio, pero el mundo está lleno de personas normales, que luchan por mejorar su entorno, ayudando sin pedir nada a cambio”, así se expresa la presentadora de estas dos mujeres, Andrea y Clara, que casi siempre van juntas.

Con toda naturalidad hablan de dar mucho sin pedir nada, de poner un  granito de arena para hacer  este lugar un barrio mejor. Porque sin la solidaridad de cada persona, el mundo se iría a pique. ¡Y con muchas personas como vosotras el mundo sería de otra manera!

Ángela:“Una palabra: Gracias”

Ángela, una mujer con mirada del Sur y corazón del mundo. Agradecida por compartir la escasez de medios y la abundancia de alma de San Cristóbal, su barrio. Pocas como ella han sabido acercarse con tanta ternura a los últimos, a los descartados, a los sin papeles, a los vendedores de fruta desechada, a los parados de profesión. Ha visto llegar rostros de todos los colores que se han quedado en su corazón; todos le enseñaron algo, dejaron huella en los pliegues de su sonrisa. Porque Ángela es una persona alegre que contagia su esperanza antigua como si fuera reciente. Voluntaria comprometida a fondo con ECyS, Educación Cultura y Solidaridad,   tres sustantivos que le van como si estuvieran hechos para ella. Química de profesión, profesora de instituto, sus años de San Cristóbal los dedicó a la defensa de los derechos de las mujeres y a ella se le debe la creación del Observatorio de Género de Usera.

Ángela Palomera, mujer toda energía de las que empuja hacia adelante aquello en lo que cree. Huracán de solidaridad que derriba muros y rompe fronteras. Ha elegido como lema la palabra gracias. Te la devolvemos con creces. ¡Gracias, Ángela, dibuja en el aire el humo de la chimenea de tu Sancris!

Cristina: “La alegría como trinchera”

Madrileña de nacimiento y vecina del barrio de San Cristóbal de los Ángeles, Creció en este barrio del sur de Madrid, cursando aquí sus estudios. Dentro de un espacio de gestión ciudadana en el distrito de Villaverde, ha participado como coordinadora de la Mesa de Salud de los Foros Locales. Y es socia de diversas entidades feministas, culturales y vecinales.

Siempre ha colaborado con acciones de mejora del barrio Defensora de los derechos humanos y militante feminista, siempre colabora con acciones de mejora del barrio.

Destaca su colaboración con el Proyecto ICI (Intervención Comunitaria Intercultural), la Fundación Monte Madrid, la Unidad y el proyecto de innovación vecinal Cinesia. Revalorizar el Sur de Madrid, la solidaridad entre vecinos, el apoyo mutuo, los cuidados, son metas que nunca pierde de vista.

Jeimy: “Cada una somos un color en la vida de otras. Sé esa pincelada que les ayude a convertirse en la mejor obra de arte”

Este es su lema, y ella parece que lo pone en práctica. Dominicana de nacimiento y vecina de San Cristóbal casi desde siempre, la joven Jeimy es la sonrisa de entrada de ECyS. A pesar de su edad sabe como pocas acoger a quien llega al Centro para preguntar, solicitar, compartir o simplemente sentirse persona. Le sobra humanidad y energía para transmitir ánimo a quien lo necesita.

Comenzó a los 16 años a implicarse en actividades y recursos del barrio y a día de hoy no ha dejado de hacerlo de un modo u otro. Siempre dispuesta a echar una mano; por eso se ha convertido en alguien indispensable para ECyS. Jeimy es valorada y querida en su entorno y promete un futuro que vale la pena imaginar.

Marce y Juliana:  “En San Cristóbal hemos aprendido y disfrutado mucho”

Son religiosas de las Hermanitas de la Asunción. A Marce la conoce todo el barrio, aunque ya no vive en él, nadie olvida todo el bien que ha hecho con personas mayores necesitadas, o cuidando niños para que sus madres consigan una formación. Su amiga y hermana Juliana, fallecida, estará siempre presente entre el vecindario por este reconocimiento a las que dejaron huella.  Mujeres para los demás y, sobre todo, para los de menos. Con la alegría propia que dan la fe y la vida juntas. Ellas vivieron 15 años en San Cristóbal y este homenaje va también para las hermanitas que siguen aún allí, dando vida, iluminando los pasos por aceras del barrio.  

Mari Carmen: “Cuando das, siempre recibes mucho más a cambio”

Quien presenta a MªCarmen asegura que su lema es, ‘’somos instrumentos manejados por Dios’’, pues ella afirma que las cosas que hacemos en la vida, no se realizan con nuestras propias fuerzas. 

55 años viviendo e n San Cristóbal. Una mujer implicada en el avance del barrio. Humilde y discreta, colaboradora de Caritas desde antiguo. Una vida dedicada a los más vulnerables, tarea que sigue realizando “llenando corazones y despensas”, se dice en la presentación. En su mesa siempre hay un sitio más. Sin ruido, con normalidad. Como quien no hace nada extraordinario. Porque así es el amor de verdad: suave y expansivo.

Naziha: “Amiga, vecina, luchadora, mujer de gran fortaleza”

Así es Naziha, pese a los obstáculos nunca se rinde ni tira la toalla, buena madre y amiga. Mujer marroquí. Colaboradora en el AMPA del Instituto Navas de Tolosa Su apuesta es ayudar a los demás y ha ganado el afecto y el apoyo de muchos vecinos. Se diría que es un personaje en el barrio casi sin saberlo ella misma.  Desde la Red de Apoyo solidario Naziha hizo una gran tarea. Muy recientemente se ha marchado a otro país a buscar una vida mejor, trabajo merecido. Pero, se afirma en el acto, “vayas donde vayas, y estés donde estés, tu huella estará presente en San Cristóbal”

Educación, Cultura Y Solidaridad (ECyS)

ECyS es una asociación de ámbito autonómico que trabaja convencida de la capacidad transformadora de la educación, la distribución equitativa de los bienes, la convivencia intercultural y, además muy especialmente, porque la equidad de género sea una realidad en el mismo centro y en el barrio. Precisamente en defensa de la mujer existe aquí un Observatorio Interno de Violencia de Género, llevado por un grupo de profesionales voluntarias que trabajan en la detección temprana de la violencia de género, coordinadas con la Plataforma en Género del Distrito de Villaverde y con el Espacio de Género y Salud en San Cristóbal. 

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