Nada de cuanto ocurre en Israel y Palestina, enclave del Oriente Medio, puede resultar sorpresivo, ni siquiera novedoso. Desde los tres levantamientos de los judíos contra el imperio romano 66-73 d. de C. y desde que mamelucos, otomanos y mongoles, enfrascados en feroces luchas, convirtieron el territorio en un gigantesco y eterno campo de batalla, la región se desenvolvió históricamente bajo una estela repleta de violencia hasta nuestros días.