En 1700 años de existencia, el mundo Islámico poco o nada ha evolucionado en lo que respecta a la mujer. Por el contrario ha sufrido una involución y un deterioro de forma permanente con respecto a sus propios orígenes Tanto en su aspecto social, laboral, incluso en el hogar, las cosas no se podrían catalogar como fáciles. Cierto es que en algunos países se dieron tímidos pasos para avanzar, sin embargo por una mala interpretación del Corán o por una interpretación interesada del mismo, incluso siguiendo directrices de razonamientos mezquinos, no ha sido ni es factible que se encaminen hacia una vía de grandes cambios.
Sin lugar a dudas, la sumisión obligada a la que son sometidas desde la infancia junto a la férrea educación impuesta invocando la religión, juega un papel fundamental para que la mujer admita su humillante papel y en cierto modo lo haga siguiendo conducta que consideran normal salvo muy escasas excepciones.
La excepción no pueda servir de consuelo para el trato discriminatorio llevado a cabo sobre las mujeres en el mundo islámico, lo cierto es que en todas las sociedades y en todos los tiempos se ejercieron sobre ellas un trato vejatorio y de gran presión sobre la posibilidad de un mundo mejor, tan solo por dar un ejemplo podríamos citar a la sociedad China donde según el régimen imperante, esos actos debieron de haber sido erradicado mucho tiempo atrás, sin embargo tan solo 56 años después de la llegada del comunismo es decir en el año 2005 se promulgo la Ley de los Derechos de la Mujer. Es mejor criar cisnes que tener hijas, dice un dicho popular chino.
En el tema que tratamos, es decir la mujer en el mundo islámico, se tiende a confundir de manera simplista y de manera casi permanente, Islam, con un mundo exclusivamente árabe, se debe recordar que el mayor de los países en número de seguidores del Islam, es Indonesia, 203 millones, y nada tiene que ver con los árabes, es el mismo caso de Afganistán, Irán, Pakistán, kurdos etc. Por la misma razón de confusión, también se pone en la misma bolsa a las ramificaciones del Islam, sunitas, chiitas, con sus variadas y múltiples vertientes, wahabismo, salafismo etc. desde cuyas concepciones también llevan implícitas algunas diferencias en el tema que nos concierne, sin embargo en esencia, en su concepto, no hallaremos grandes diferencias y aún menos en la práctica.
También se tiende a relacionar los grandes atropellos llevados a cabo sobre las mujeres islámicas con el medio rural y como justificación a las acciones se culpa a la falta de educación en dichas áreas, sin embargo no es así, existen países islámicos muy desarrollados tecnológicamente y sin embargo el trato de la mujer no difiere para nada de las otorgadas a estas en los medios rurales de países pocos desarrollados.
Los gobernantes iraníes de manera permanente aseguran que en Irán la mujer ha conseguido avanzar considerablemente en lo que respecta a las mujeres. Algo es cierto, han logrado estudiar y ocupar puestos relevantes en la masa laboral, pero siempre, debiendo seguir estrictamente las doctrinas islámicas y bajo la atenta y vigilante mirada de los Pashdaran, guardianes de la revolución, con lo que se pretende evitar cualquier fórmula de desviacionismo en lo que respecta a las tradiciones atadas a la religión. De forma discreta y con cierto temor, los jóvenes declaran cuando pueden que ellos no están en contra del Islam, pero de lo que están seguro es de no querer perderse el tren de la historia y desean viajar hacia un mundo más abierto, especialmente en lo que respecta a las mujeres.
¿De quién se protegen o a quienes desean proteger, los líderes religiosos iraníes cuando se las discrimina en un cúmulo de actividades? y como ejemplo, algo aparentemente intrascendente, de ninguna manera hombres y mujeres podrán compartir las horas de las piscinas juntos, debe de ser por separado aunque esto sea apenas algo trivial frente a escabrosos escándalos y así un largo etc. Aunque si se hiciera una ligera comparación de las mujeres iraníes con sus vecinos sauditas, la diferencia sería abismal, En Arabia Saudita, las mujeres, además de portar prendas valiosísimas aunque solo para el lucimiento doméstico, desde hace años lucharon discretamente por algo tan efímero como poder conducir un automóvil, lucha que por fin ha dado sus frutos, mínimo triunfo dada la férrea línea impuesta por los gobernantes. El siguiente paso y más importante es la abolición de la obligatoriedad odiosa y denigrante del famoso guardián, padre, hermano o marido de la mujer sin cuya autorización difícilmente pueda actuar con un mínimo de libertad.
También aseguran los sauditas que las mujeres han encontrado un espacio en las universidades, es verdad, pero solo para estudiar aquellas carreras compatibles por los que ellos entienden, con su condición de mujer, por ejemplo medicina y solo para ejercerlos a su vez en el tratamiento a mujeres. Mucho se habló del trato cruel llevado a cabo sobre las mujeres por el talibán, la milicia radical y religiosa de Afganistán, donde desde el comienzo de su régimen nefasto llevó un ataque feroz sobre ellas, en el nombre de una interpretación alocada de la religión que hasta a sus vecinos iraníes alarmó.
Fue tan terrible que apenas se vieron mujeres por la ciudad en aquellos días, porque no se les estaba permitido caminar por las calles y caso de hacerlo, solo podría ser, acompañadas de un hombre, padre, marido o hermanos, como gran parte de ellas habían perdido en la guerra a los familiares directos, estaban condenadas al mas triste de los encierros y por supuesto, no se les estaba permitido trabajar fuera del hogar y con ello se frustraba cualquier posibilidad de conseguir algún dinero para su sustento.
Pusieron en práctica el purdah hasta extremos terribles, el purdah es el señalamiento obligatorio de la ocultación femenina que prohíbe a la mujer ser visibles a los ojos masculinos, acción ésta ejercida en buena parte del mundo musulmán aunque no con semejante radicalidad, tampoco compartir actos ni acontecimientos excepto con familiares directo, la transgresión de las normas pueden conllevar el crimen de honor, y nada de dichas normas es atribuible expresamente a ningún movimiento radical, existe en el islam desde sus comienzos. A pesar de que genere discusiones al respecto.
Bien es cierto que la utilización del burka, prenda con las que se tapan íntegramente con apenas unas pequeñas rejillas para facilitar la visión, no se puede atribuir expresamente al talibán, las mujeres del medio rural, la mayor parte de ellas siempre las llevaron, lo que sí hicieron los talibán es institucionalizarlos y obligar a que todas los llevaran.
Las niñas podían estudiar hasta los ocho años y solo el Corán. Hoy, a partir de agosto del 2021tras llegar nuevamente a manejar las riendas del poder con la intención de ganar la confianza de la Comunidad Internacional intentan disfrazar intenciones y actitudes pero nadie es ajeno a que el futuro de las mujeres en Afganistán continua siendo tan oscuro como oscura es la fosa en que la han sumergido durante décadas en nombre de nada que lo justifique. El Ministerio para la promoción de la virtud y prevención del vicio levantó su hacha en Afganistán dispuesto a cercenar cualquier desviación de la mujer.
Pakistán donde una buena parte de la población es educada, muchas de las reglas religiosas o por lo menos atribuida a esta es seguida con rigor, basta con observar este ejemplo, en todos los restaurantes existen pequeños salones reservados para aquellos hombres que acuden a ellos con su esposa o miembro femenino de la familia, ¿la razón? En esos salones ella puede prescindir del shador y dejar al descubierto su rostro y cabellera sin la presencia de hombres. En el caso de Pakistán es imprescindible diferenciar las variadas regiones, no siendo ni el comportamiento ni el trato igual en las regiones fronterizas con Afganistán, predominantemente zonas pashtún o baluchi frontera con Irán que en las regiones del Punjab o cercanas a la India. Por todo ello tal vez fue una gran perdida la muerte de Benazir Butto que llegó a ocupar por dos veces el cargo de Primera Ministra y se esté de acuerdo o no con la política que desarrolló, una cosa es cierta, en un mundo donde gran parte de la población es partidaria de la radicalidad religiosa, no fue fácil que una mujer ocupara el mas alto puesto político del país y de que no fue fácil se ha demostrado en su final, murió en un atentado. Ciudadanos liberales sin embargo le censuraban el haber contraído matrimonio por el rito ancestral, que sus padres escogieran al candidato para la boda.
Prolifera la prostitución solapada y así en fiestas privadas sobretodo en despedidas de solteros de personajes adinerados se contratan músicos y mujeres que bailan de manera sensual y el hombre solo podrá bailar con ella incluso acariciar sus manos o mejilla siempre que vaya arrojando billetes sobre el cuerpo de ella acción que aprovecha para el toqueteo, un personaje clave es quien recoge el dinero caído al suelo y lo entregará a quien dirija al grupo, el asunto llegara a más pactando con el jefe del clan, el alcohol expresamente prohibido en el islam forma parte de la liturgia, es la famosa y secreta conocida como danza del dinero, solo al alcance de unos pocos donde el cinismo y la hipocresía reemplaza a la religiosidad encerrando a la mujer en un cumulo de aún mayores humillaciones.
De triste y salvaje se puede considerar el avasallamiento, tortura y asesinato de las mujeres yazidies en Iraq durante el efímero emirato del Estado Islámico siendo secuestradas para su utilización como esclavas sexuales con el pretexto de no ser musulmanas y por tanto infieles.
Son tantas las formulas esgrimidas por una sociedad absolutamente machista para discriminar, y en algunos casos torturar a las mujeres que observando las leyes sin necesidad de adentrarse en ellas se pueden ver que ya desde los propios estamentos del Estado, se promueven estas acciones incomprensibles en un mundo civilizado.
Es bueno para la comprensión enumerar aunque solo sea de manera superficial algunas de las leyes imperantes en la mayor parte de los países islámicos, por ejemplo; existe el divorcio, pero esto solo favorece al hombre que puede divorciarse cuando el lo desee, mientras que la mujer debe de cumplir por lo menos con siete requisitos y poder demostrarlo, entre otras, ser abandonada por el marido, tener un esposo adicto a cualquier forma de drogas o demostrar que es impotente etc. Y para que su declaración tenga un cierto valor jurídico debe de ser acompañada por otra mujer, es decir que su declaración vale solo la mitad que la de un hombre.
La crueldad llega a limites insospechados cuando se trata de una ejecución, el hombre jamás podría ser ejecutado cometiera el delito que fuere, si aún no ha cumplido los 18 años, sin embargo las mujeres al cumplir nueve años podrían ser ejecutadas.
Aportar el dinero para evitar la ejecución invocando el tristemente famoso derecho de sangre, es otra acción incomprensible, a un hombre le cuesta la salvación la mitad que a una mujer. Son tan largas las atrocidades cometidas en nombre de nada justificable que sería una lista interminable y si a esta se unen las tradiciones étnicas aún mucho más, y de estas la más terrible y abominable sin lugar a dudas es la oblación, llevadas a cabo, aún hoy en un buen número de países.
Posiblemente una de las sociedades mas avanzadas en cuanto al trato de la mujer ha sido la sociedad árabe palestina, donde por lo menos en las ciudades la mujeres tuvieron un mayor signo de independencia y no tan discriminada, aunque algunas normas tales como las de concertar matrimonio se siguieron utilizando las viejas tradiciones sin embargo debido al conflicto se volvieron a poner en practica algunas fórmulas casi olvidadas invocando normas islámicas, como resultado, posibilitar el manejo a la población desde las riendas de la religión. En los últimos años, las cosas han cambiado, especialmente en Gaza donde los islamistas de Hamas han impuesto su ley y con ello también reactivó el integrismo religioso, en parte porque así lo creen y de otra parte porque les producen jugosos dividendos por parte de los ricos países petroleros que apoyan su lucha y con ello también la modernidad esgrimidas por las mujeres se fueron apagando paulatinamente.
Sin lugar a dudas el mayor progresismo de la mujer en un mundo islámico es la desarrollada entre kurdos donde el cubrirse los cabellos solo es una opción decidida por quienes lo deseen y de una forma tradicional el baile entre hombres y mujeres es algo habitual y también participan activamente en temas culturales y luchas políticas incluso guerrilleras por lo que los radicales temían enfrentarse a ellas porque según su concepción recalcitrante del islam, aquellos hombres que mueren en combate a manos de una mujer les está vedado el paraíso.
Bueno es recordar a las mujeres kalashas, en el valle de Kalash norte de Pakistán rondando el Indo Kush donde apenas resisten menos de cinco mil habitantes y ellas, no musulmanas, no solo eligen a sus maridos, también pueden divorciarse cuando lo deseen, bailar en sus fiestas y beber alcohol si así lo deciden y la propia colorida vestimenta luciendo su cabellera hablan a las claras de lo alejada que se hallan del Islam razón por la cual exacerbados talibán atentan contra la comunidad y especialmente contra ellas por considerarlas paganas, en realidad practican el chamanismo. Pakistán acepta el embate por la única razón de que Naciones Unidas considera a los kalashas como una etnia en fase de extinción con el protocolo de ser protegidos y no ser absorbidos por el islam que les rodea.
Los hombres de los países islámicos, sin embargo en su afán por intentar lavar la imagen, dan rienda suelta a su imaginación y aseguran que las mujeres son libres para todo movimiento, pero en realidad cuando hacen esas afirmaciones están hablando exclusivamente de las relaciones dentro del hogar, donde según ellos son las que llevan las voces del mando. Hasta en esa actitud, lo preconizado por ellos es un fraude, porque a partir de que la religión les permite tener cuatro esposa, eso sí, siempre que pueda mantenerlas, ya nada puede tener ni tanta lógica y ni ellas ejercer ninguna libertad dentro del hogar por lo que hombres y sociedad entran disparatadamente a ocupar su espacio dentro de la falacia del falso dilema con la que intentan justificar tan deplorable actitud.
“Hombres y mujeres necesitamos reconocernos mutuamente para lograr un equilibrio” así promueve la relación con las mujeres el mundo Sufi que es la forma de espiritualidad dentro del islam, el respeto y reconocimiento entre los seres humanos sin distinción de sexo o de condición social, que preconiza el Corán, en el sufismo es en la única rama del islam en la que verdaderamente prevalece esta actitud, en su vertiente Mevlevi las mujeres han sido siempre muy respetadas y de hecho la rama tariqa a quien se reconoce mundialmente por su danza, el Sema donde los derviches giran sobre sí mismo hasta lograr el éxtasis, en sus comienzos hombres y mujeres danzaban juntos luego irían disgregándose para que en la actualidad finalmente fueran aceptadas nuevamente las danzas mixtas y cada 30 de septiembre y 17 de diciembre se puede observar dicho acontecimiento fundamentalmente en Turquía y Sudán. La reunión multitudinaria de sufistas realizada en Sudan y que congrega adeptos de todo el mundo suele ser un espectáculo de amor y solidaridad entre hombres y mujeres no importando la connotación religiosa, asunto que me consta por haber participado en ella. Todas estas connotaciones llevaron a que el sufismo por presiones radicales no fuera reconocido hasta épocas recientes como una rama del Islam.
Son tantas las discriminaciones que enumerarlas y explicar el trasfondo puede llevar décadas, las mismas que serán necesarias para que las mujeres que combaten por una parcela de libertad, en el mundo islámico puedan desarrollar sus inquietudes, por eso tal vez para alejar de la sociedad un mundo mas lleno de vergüenza que de alegrías, se necesita la colaboración de todos aquellos que desde posturas menos intransigente pueda abrir los ojos y con acciones solidarias puedan al mismo tiempo unirse para desterrar tan abominables actitudes. La solución está en manos de todos.
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