PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN NUESTRO MUNDO
Hay guerras que no se declaran oficialmente, pero que a veces son más cruentas o más violentas que muchas de las que aparecen en el periódico. Se habla de otros genocidios, de flagrantes conflictos internacionales, pero poco de las diarias matanzas o agresiones a personas motivadas únicamente por el odio a su fe.
Aunque es evidente que muchas comunidades son hoy víctimas de la violencia a causa de sus convicciones religiosas, es complejo identificar la realidad precisa de la persecución. Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) estimó en 2018 que la persecución religiosa tiene lugar en 21 países, incluidas todas las confesiones.
Los diferentes ataques a la libertad religiosa están entrelazados y, por tanto, el vocabulario utilizado para describirlos es problemático. “Podemos decir que más de 200 millones de cristianos en el mundo no pueden practicar su fe libremente, pero eso no significa que todos sean perseguidos en sentido estricto”, afirma Amélie de La Hougue, responsable de información de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). “En lo que a nosotros respecta, nuestra prioridad será siempre decir lo que es correcto y verdadero, sin poner en peligro a los cristianos”, subraya.
Un caso horripilante: Nigeria
50.000 civiles masacrados por su fe en Nigeria sería suficiente para declarar un genocidio. No hay razones políticas ni hay conflicto armado. Solamente religión. Pero rara vez salta a los titulares de los medios de comunicación. Simplemente, más cristianos masacrados. No parece ser noticia. Estos son algunos de los titulares de estos últimos tiempos:
– 1.041 cristianos indefensos fueron asesinados en los primeros 100 días del año 2023, del 1 de enero al 10 de abril. En este mismo período, 707 cristianos fueron tomados como rehenes.
– Más de 30.000 del total de las 50.000 muertes ocurrieron después de que el presidente Muhammadu Buhari asumiera el cargo en 2015. Con Buhari en el poder, 2.200 escuelas cristianas fueron destruidas, y las autoridades hicieron poco para frenar estas acciones.
– Nueva masacre de cristianos en Nigeria a manos de musulmanes fulani.
– Una serie de brutales ataques en Nigeria contra poblaciones cristianas en la región del Middle Belt (Cinturón Medio) ha dejado al menos 36 personas muertas, además de varios heridos y secuestrados. Así lo atestiguan diversos informes recibidos por la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) de la diócesis local de Makurdi.
La violencia contra los cristianos en el país ha obligado a más de 14 millones de cristianos a huir de sus hogares para evitar ser asesinados. Otros 50 millones de personas, predominantemente en el norte de Nigeria, enfrentan serias amenazas yihadistas porque son cristianos profesantes.
Según algunas instituciones vinculadas a la Iglesia católica y que operan en el país, Nigeria concentra actualmente el 89% de los cristianos mártires en todo el mundo. (EPC)
Todo esto sería suficiente en un solo país para constituir genocidio. Y, sin embargo, hay mucho más y muchos más países. Un informe de la organización ecuménica Puertas Abiertas afirma que más de 360 millones de cristianos sufren persecución en todo el mundo. El informe identifica a más de 50 países donde se dan persecuciones en menor o mayor escala. El informe sitúa a Corea del Norte a la cabeza en la persecución a cristianos, donde el mismo hecho de poseer una Biblia puede acarrear la pena capital, la cárcel o multas astronómicas que, lógicamente, no se pueden pagar. Pero la total opacidad del país impide conocer el alcance total y las cifras exactas de tal persecución.
Según un informe de Puertas Abiertas, el país más mortal para los cristianos ciertamente es Nigeria. Pero se registraron también aumentos en las persecuciones en Omán, Burkina Faso, Nicaragua, Argelia, y Laos.
En India, donde parece haber en la actualidad una democracia estable, los ataques contra casas cristianas se duplicaron hasta contabilizar 180, la cifra de muertes de cristianos se multiplicó por nueve y los ataques contra iglesias y escuelas cristianas aumentaron de 57 a 2228. Sumado al cierre de unas 10.000 iglesias en China, entre India y China sumaban el 83% de todos los incidentes de violencia contra las iglesias en 2023.
No se queda atrás Nicaragua, que ha visto medidas legislativas sobre la libertad religiosa, ha confiscado propiedades y ha detenido o exiliado a un gran número de líderes religiosos. Una de las formas más fuertes de persecución religiosa es la de los desplazamientos forzosos. Los informes de Puertas Abiertas y de ACN cifran en 278.716 cristianos obligados a abandonar sus hogares o a esconderse por motivos religiosos.
Siria
En 2011 había en Siria más de dos millones de cristianos. 13 años más tarde tan solo quedaban unos 250.000. Según los datos del informe de Libertad Religiosa 2024 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, los cristianos han pasado de representar un 10% a tan solo un 3%. Se calcula además que un 70% de los creyentes han abandonado el país. Las familias cristianas están siendo expulsadas de sus casas, sus propiedades son confiscadas y los comerciantes cristianos son obligados a pagar elevados tributos. Las iglesias se convierten en mezquitas.
Y la persecución incruenta China
Según Rémi Castets, profesor de la Universidad de Burdeos-Montaigne, las autoridades chinas tienen como objetivo general “erradicar de las prácticas religiosas todo aquello que pueda ir en contra del proyecto ideológico del partido”. El resultado fue una política represiva que consistió en obstaculizar el desarrollo de espacios culturales autónomos, especialmente mediante campos de reeducación al servicio de una verdadera empresa de sinicización. Estos campos, situados en la provincia de Xinjiang, detienen principalmente a uigures, población musulmana de habla turca, con el objetivo de convertirlos en aliados del partido.
“Xi Jinping quiere acabar con toda forma de disidencia. El simple hecho de dar un nombre musulmán a su hijo o dejarse una larga barba se percibe como un signo de radicalización. Las autoridades chinas quieren que los musulmanes consuman alcohol, no vivan el Ramadán o incluso no coman halal, porque estas prácticas rompen con la unidad social a la que aspira el régimen”, explica otro especialista en China, que prefiere permanecer en el anonimato
Al igual que el término genocidio, la palabra persecución ha adquirido así una dimensión política que ha multiplicado el número de definiciones que se le atribuyen, los usos que se le dan y las realidades que se le asocian.
Por otro lado, el mundo occidental está muy ocupado (con razón, pero también con limitaciones) por los conflictos de Ucrania y Gaza, de lo que hace o deja de hacer Trump, de los kits de protección, pero se habla muy poco… o pareciera que no interesa demasiado, de otros genocidios que están ocurriendo en muchos países. Y son de cristianos.
Hay muchas cruces y símbolos religiosos por todo el mundo. Los que se ven, y los que no se ven. Recientemente se ha oído (pero solo casi tímidamente) de las matanzas y persecuciones de cristianos y otros grupos religiosos en Siria. Al mismo tiempo, la Unión Europea estaba enviando 5800 millones en ayuda humanitaria al gobierno que acaba de derrocar a Assad. Ciertamente, Siria necesita reconstrucción en un momento de caos, destrucción y regreso de millones de refugiados que no tendrán demasiados recursos para rehacer sus vidas. Pero ¿y los perseguidos?
Los diferentes ataques a la libertad religiosa están entrelazados y, por tanto, el vocabulario utilizado para describirlos es problemático. “Podemos decir que más de 200 millones de cristianos en el mundo no pueden practicar su fe libremente, pero eso no significa que todos sean perseguidos en sentido físico”, pero sí en sentido cultural, en insultos, amenazas o actos vandálicos contra símbolos religiosos.
Europa
La cristianofobia sigue en aumento en toda Europa. Entre 2022 y 2023, se denunciaron 749 delitos de odio contra el cristianismo en 30 países, y España lidera la lista con un preocupante volumen de casos.
Los datos del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa reflejan una tendencia alarmante: agresiones físicas, amenazas, intentos de homicidio y ataques contra lugares de culto se han multiplicado en los últimos tiempos.
En el caso español, se registraron más de 70 delitos de odio relacionados con el cristianismo en el último año. Entre ellos, los más frecuentes son los actos vandálicos contra templos, especialmente pintadas ofensivas en muros y fachadas. Algunos de estos mensajes se han hecho tristemente populares, como La iglesia que mejor ilumina es la que arde o El mejor lugar para los curas es la basura. Otras pintadas, como La iglesia apesta, dejan clara una animadversión que ya no se oculta. Y otros muchos casos de sobra conocidos, pero poco comentados.
Un lugar sorprendente
El país guadalupano donde el amor a María es centro de la identidad nacional figura en los informes de Puertas Abiertas como un lugar sorprendente de alta persecución de cristianos. Tiene antecedentes en la revolución de los cristeros de la segunda década del siglo XX, pero ahora tiene tintes distintos. En México las organizaciones criminales han tomado ventaja de la inestabilidad socio-política que vive el país, además de la pandemia, para incrementar su dominio territorial y hacer aún más amplia la vulnerabilidad y la violencia contra los cristianos. Los cristianos representan nada menos que el 95% de la población total de México, pero se enfrentan ahora al crimen y la corrupción organizada.
Las redes criminales –dice el reporte– se han extendido por todo el territorio mexicano. Ellas perciben a la Iglesia (principalmente la católica) como un obstáculo para sus intereses. Los estados del sur del país son los que sufren mayor presión, sobre todo dentro de las comunidades indígenas.
Esclavitud moderna
Aunque la esclavitud se abolió en el mundo moderno hace mucho tiempo, sigue habiendo formas de esclavitud moderna, como es el tráfico humano que realizan diariamente las redes de mafias de inmigración. Pero el caso de Pakistán es más llamativo y chocante porque ahí hay casos flagrantes de esclavitud. En Pakistán hay miles de esclavos y la mayoría son cristianos. Se calcula que hay entre medio millón y dos millones de esclavos, tanto musulmanes como cristianos. Según el padre Highton, hay también esclavos musulmanes, pero están mejor tratados que los cristianos. Y las esclavas cristianas son sistemáticamente violadas. Los esclavos son llevados a campos de trabajo, la mayoría fábricas de ladrillos donde viven familias enteras de esclavos, algunos de varias generaciones.
Sangre de mártires, semilla de cristianos
Queremos creer que Tertuliano tenía razón, pero el caso es que, del mismo modo que en Siria, el número de cristianos ha sido diezmado en lugares como Irak, Libia y otros. En Irak, antes de 2003 había 1,4 millones de cristianos, y ahora solo quedan unos 250.000. Muchos de los cristianos fueron martirizados; otros muchos han sido desplazados. Muchos, forzados a convertirse al islamismo bajo amenazas de violencias.
La persecución religiosa, sobre todo contra los cristianos, es una constante histórica, desde los primeros tiempos del cristianismo. Y, sí, la sangre de mártires es semilla de cristianos. Precisamente poco antes de su fallecimiento, el papa Francisco aprobó la canonización de Peter To Rot, primer santo de Papua Nueva Guinea, martirizado en la Segunda Guerra Mundial.
Lo llamativo es que la persecución religiosa siga ocurriendo y se siga desconociendo en un mundo globalizado y supuestamente progresista. Y que, en un mundo que clama legítimamente contra injusticias de guerra, muertes de civiles inocentes y abusos de todo tipo, haya un sonoro silencio y tolerancia ante un fenómeno tan sangrante. La cosa es que esos cristianos de lugares donde son perseguidos no tienen poder político y económico, y por lo tanto, su importancia a nivel de equilibrio de poderes no es tan relevante a nivel global. Esas vidas no valen tanto, parece ser. ¿O es parte de la estrategia de persecución?
