Atocha 55, de Joaquín Pérez Azaústre, publicada por Almuzara con desasosegante portada y reconocida con el V Premio Albert Jovell es, sin duda, uno de los acontecimientos literarios del año, que solo suceden cuando un narrador de extraordinaria potencia verbal, periodista con olfato y tino, y poeta por más señas, da un puñetazo en las mesas de novedades que muestran libros de inane tapa dura para ofrecer, a corazón abierto y pluma templada, su mejor hacer como escritor